Álvaro Rengifo. egresado de Ingeniería Industrial.
Álvaro RengifoEl deseo de aportarle al sector público fue el que hizo que Álvaro Rengifo, egresado de Ingeniería Industrial, se lanzara a trabajar en un proyecto en el que creyó desde su perspectiva como usuario. Cuando trabajaba en Coomeva en Cali empezó a funcionar el MÍO (Masivo Integrado de Occidente) y desde entonces Álvaro decidió convertirse en un usuario para conocer cómo funcionaba.
Álvaro Rengifo. egresado de Ingeniería Industrial.
El deseo de aportarle al sector público fue el que hizo que Álvaro Rengifo, egresado de Ingeniería Industrial, se lanzara a trabajar en un proyecto en el que creyó desde su perspectiva como usuario.Cuando trabajaba en Coomeva en Cali empezó a funcionar el MÍO (Masivo Integrado de Occidente) y desde entonces Álvaro decidió convertirse en un usuario para conocer cómo funcionaba. “Pensé que ya era hora de que en Colombia hubiera un mejor transporte público, y tomé la decisión de buscar cómo aportarle a este sistema”, cuenta.
En ese entonces en Metrocali estaban buscando fortalecer el equipo técnico y Álvaro logró hacer parte de este, inició como asistente de Presidencia en el 2012.
Las herramientas que adquirió en la Maestría en Ingeniería de la Javeriana Cali le permitieron enfocar su trabajo en modelos matemáticos de optimización. Por eso, cuando llegó a Metrocali, tenía los argumentos necesarios para sustentar la idea de que lo que necesitaba el sistema en ese momento era un cambio estructural. “Lo primero que le dije a María del Pilar Rodríguez, la presidenta de la entidad en ese momento, fue que el problema del MÍO no era optimización de procesos sino estructural que afectaba a todos los modelos de transporte en Colombia, y si eso no cambiaba todos los sistemas de transporte público iban a fracasar”, explica Álvaro.
El problema al que se refiere es el modelo financiero de autosostenimiento impuesto sobre los sistemas de transporte masivo de Colombia por las leyes 86 de 1989 y 310 de 1996. Ese modelo estipulaba que el dinero recaudado por el sistema debía cubrir todos los gastos del mismo sin que el Municipio tuviera que dar aportes. Sin embargo, el Plan Nacional de Desarrollo de 2015 abandonó este modelo para pasar a uno de sostenimiento, en el que le permite a dichos sistemas tener otras fuentes de ingresos.
Tal y como lo registró la publicación ‘Los imprescindibles de Cali’, del medio La silla vacía y Bancolombia, Álvaro fue “el ‘cerebro’ del diseño y la estructura económica y técnica del plan de salvamento y sostenibilidad del Masivo Integrado de Occidente (MIO) firmado en el 2018 con los cuatro operadores del sistema”. Además, fue el líder de las mesas de negociación y logró la firma con los cuatro concesionarios operadores de transporte (ETM, Blanco y Negro Masivo, GIT Masivo y Unimetro) para reestructurar la operación del MIO que implica el regreso de la circulación de más de 300 buses, 52 nuevos buses complementarios, el ingreso de más de 400 vehículos y 30 nuevas rutas, según detalla el medio.
“Poder resolver el problema de fondo fue lo que me mantuvo en Metrocali”, asegura Álvaro, quien trabajó hasta agosto del 2019 en la entidad, después de desempeñar cargos como jefe de evaluación de operación, director de planeación, vicepresidente de Operaciones e Infraestructura y vicepresidente ejecutivo.
“Creo que mis logros en Metrocali se los debo a los conceptos claros que adquirí en mi carrera sobre la dinámica de sistemas y el pensamiento sistémico, esto me permitió entender el problema en profundidad para poder solucionarlo”, señala. También destaca que su formación javeriana le permitió manejar negociaciones entendiendo los conflictos y cómo apartarse de las posiciones y mantenerse en los intereses que son comunes.